Mantente loco, pero compórtate como las personas normales. Corre el riesgo de ser diferente pero aprende a hacerlo sin llamar la atención.

Fiesteros

martes, 18 de enero de 2011

Pequeños recuerdos con sabor a regaliz y olor a tabaco

Me gusta despertarme una mañana cualquiera, bostezar y decirle al mundo que hoy será un gran día. Me gusta desayunar tostadas con aceite y miel en la casa que mi abuela tiene en el pueblo. Me gusta que ella me sonría, que se le marquen mas esas arrugas de la cara, tan alegres. Me gusta salir corriendo a la calle, poder ver que esa encina del centro de la carretera sigue ahí, mirar al cielo y pensar que hoy, al igual que todos los de este mes, será un día soleado. Me gusta ir brincando hasta el otro lado de la acera, llamar a mi prima a gritos y esperarla mientras busca esa moneda con la que mas tarde compraremos el pan. Me gusta el olor a por la mañana cuando camino con ella hasta la tienda, y todo lo que ven mis ojos en ese pequeño lugar que ocupa un gran espacio en mis recuerdos. Me gusta ir a buscar a los demás, esas al menos quince personitas que comparadas con el universo no son nada, pero que en mi mundo lo son todo. Me gusta sentaría en el bordillo de esa piscina en la que con apenas un año de vida aprendí a nadar, sentir el agua fría en los pies y saber que estoy rodeada de las mejores personas que he podido encontrar. Y luego, antes de irnos a casa a comer, comprarnos un helado en el chiringuito de enfrente, saboreandolo como si todavía fuéramos niños, como si estuviéramos tres años atrás. Y aunque hoy en dia hayamos cambiado los helados por cigarrillos y el juego del escondite por la conexión a internet, sé muy bien que estoy donde mejor podría estar, junto a ellos. Pequeñas cosas que te hacen ser feliz, y que un día como hoy te vienen a la memoria. Y eso... Eso me gusta.

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